El 12 de enero arrancó la cuarta edición del Programa de Mentoring de la Càtedra de Cultura Empresarial. Los estudiantes seleccionados serán tutelados  los próximos meses por un equipo de mentores formado por empresarios de éxito, que serán coordinados por Javier Garín. El objetivo del programa, el único en Valencia que ofrece esta formación, es dar a los mentorizados una guía útil para no fracasar en el mundo de la empresa. David Sánchez, director de Recursos Humanos del Grupo Ubesol, se incorpora este año como formador para guiar a los alumnos en el mundo empresarial.

¿Qué clase de “jefe” es el ideal en los tiempos que corren?

Resulta complejo definir a un jefe ideal porque el liderazgo se ajusta continuamente a los objetivos, al equipo y a las situaciones que aparecen. Pero sin duda hay una evolución hacia un tipo de gestión en la que se tienen más en cuenta las necesidades, no solo de la empresa, sino también de los colaboradores.

-¿Hasta qué punto es importante plantear una estrategia a la hora de emprender?

Es muy difícil llegar a un punto final si uno no sabe dónde quiere ir y sin pensar en qué dificultades puede encontrar y cómo superarlas. Cuando visualizas el futuro, aunque no sea exactamente como imaginaste, es más sencillo encontrar posibles soluciones porque siempre hay patrones comunes en los problemas a los que nos enfrentamos.

¿Qué tres consejos breves le daría a un joven antes de lanzarse a crear su propia empresa?

En primer lugar, que tuviera muy clara la importancia de definir y concretar qué quiere conseguir y por qué. Pero que también sea flexible, porque el proyecto pùede ir evolucionando. Es fundamental crear un gran equipo y tener la convicción de que se puede trabajar duro y disfrutar a la vez. Utilizar aquello que te apasiona para modelar la carrera profesional es una manera de hacer realidad aquella frase que asegura que si escoges un trabajo que te gusta, no tendrás que trabajar el resto de tu vida.

¿Usted cree que un líder nace o se hace?

Creo que el líder se desarrolla a edades muy tempranas pero ni mucho menos es tan fácil desarrollar la capacidad de liderazgo como solemos leer en artículos y manuales. Por eso considero importante diferenciar al líder del gestor. Este último no tiene la capacidad del liderazgo y sin embargo entre sus responsabilidades está gestionar la actividad de una o más personas. Una responsabilidad a la que se enfrenta, en muchas ocasiones, sin haber recibido la formación necesaria, o mediante una metodología que ha demostrado no ser válida.

Lo mismo le pregunto de un emprendedor. ¿Nace o se hace?

Pasa algo parecido al liderazgo, hay capacidades que se adquieren desde la niñez, pero determinadas condiciones el entorno pueden propiciar o facilitar la decisión de emprender.

¿En qué errores básicos no debería caer un emprendedor?

-Los errores más habituales son no definir claramente objetivos e indicadores de medición de resultados, no contar con un buen equipo y no apoyarse en aquellos en lo que uno destaca, en aquello en lo que es bueno.

¿Es cierto que en cinco años la empresa que no sea digital no será empresa?

Yo no creo que el proceso vaya a ser tan inmediato, pero es cierto que cada día cobra más importancia ser digital. Los expertos en la materia dicen que la gran revolución está por llegar.

¿Cuánta importancia le da usted a la comunicación y a los social media?

Mucha, y va en aumento. La forma de comunicarnos con las empresas, con las marcas, cada vez son más directas, abiertas y honestas, y hasta la fecha, existen pocas vías más ágiles que las redes sociales.

¿Cuál es el secreto de conformar un buen equipo?

Tener un objetivo común y compartido, confianza, sistema resolución de conflictos y que las tareas se asignen en función de las fortalezas de cada miembro.

¿Cree que es importante invertir en formación o se corre el peligro de invertir en elementos que pueden luego engrosar la competencia?

Creo que es un peligro invertir en formación en aquel que no quiere aprender. Hay muchos programas formativos que no sirven. Sin embargo cualquier actividad que mejore el desempeño de la labor de un profesional es imprescindible para él y para el proyecto. Retener a los miembros del equipo no está relacionado con su capacitación. Las personas no se marchan por estar demasiado formadas, más bien por no tener un reto a la altura y en este apartado, un líder debe marcar la hoja de ruta y también detectar las necesidades de aprendizaje y formación.