Con 16 años de vida la Cátedra de Cultura Empresarial de la Universitat de València ha encontrado el momento de relanzar sus actividades. Su presidente Carlos Pascual de Miguel desgrana en esta entrevista la clave de la nueva etapa: crear un cuerpo de liderazgo en la sociedad valenciana.

La Cátedra de Cultura Empresarial tiene el objetivo de haberse convertido en un foro de creación de talento y liderazgo consolidado cuando cumpla las dos décadas de vida, allá por el 2019. El camino para relanzar sus actividades arranca ahora.La Cátedra que, dependiente de ADEIT,es un órgano adscrito a la Universitat de València dinamizará sus diversas actividades y ciclos formativos.

También las compatibilizará con su nueva realidad institucional, un esquema sustentado en tres pilares: un reforzamiento del patrono y mayor vinculación de los empresarios, la creación de ALUMNI y la fundación de su FACE (Fomento y Acción de la Cultura Empresarial), el nuevo Think Tank de la Cátedra.

¿Por qué y por qué ahora el relanzamiento de la Cátedra?

Porque hemos detectado que sus actividades han arraigado, que los ciclos formativos están bien planteados, que hay masa crítica y que hemos crecido. Todo ello indica el éxito de la Cátedra y de sus equipos y por tanto es hora de aprovechar la tendencia, reorganizar esfuerzos y hacer que lo disperso se estructure de forma eficaz para seguir empujando hacia la excelencia.

Inciden ustedes mucho en la importancia de ALUMNI como uno de los puntales de la nueva etapa. ¿Por qué?

Mire, nosotros tenemos el objetivo,  y lo estamos cumpliendo, de que los alumnos de la Cátedra se conviertan en agentes sociales. Muchos de los alumni ya tienen protagonismo social, han creado sus empresas, son actores en el mercado y contribuyen a la riqueza de la sociedad valenciana. Queremos que su servicio a la sociedad civil esté organizado y que de sus conexiones surja el éxito. De la explosión de una organización intelectualmente poderosa como la Cátedra ha surgido talento y no lo podemos desperdiciar. En la Cátedra convertimos a alumnos en agentes sociales. Queremos que estos profesionales de primer nivel puedan encauzar sus esfuerzos porque están llamados a ser líderes.

Como gran novedad en el panorama institucional valenciano ustedes tienen el proyecto FACE ya diseñado. ¿En qué consiste este Think Tank?

Efectivamente, FACE es el Think Tank de la Cátedra de Cultura Empresarial y pretende convertirse en el primer Think Tank cien por cien valenciano.

Mire, esta es una apuesta muy personal, madurada por mí y por otros durante mucho tiempo. Mi idea de un Think Tank orientado a la generación de conocimiento y cultura empresarial tiene origen en mi vinculación a la Fundación Cañada Blanch. Pero siempre ha sido una idea embrionaria. Mi presencia actual en AVE y mi paso también durante muchos años por ADEIT me ha hecho conocedor de la necesidad de que en la CV exista una fábrica de ideas propias al servicio de la cultura empresarial y la creación de conocimiento en este ámbito en la Comunidad Valenciana.

¿Pero, cree usted que se reflexiona poco en la Comunitat Valenciana?

Muy poco, somos explosivos, pirotécnicos, poco reflexivos. No se reflexiona con continuidad, los foros o congresos que se organizan duran uno o dos días, pasamos del frío al calor sin solución de continuidad, de la California Europea al final del pozo sin pensar. FACE ha de ser un foro de reflexión y análisis, con continuidad en el tiempo, con la celebración de tres minicongresos al año que elaboren y debatan ponencias sobre la cultura empresarial y su aplicación a nuestro tejido productivo.

¿Y quién debe formar parte de este foro?

En estos momentos estamos diseñando los perfiles. Pero han de ser figuras –valencianas, del resto de España o internacionales- que sean capaces de debatir y pensar con amplitud y altitud de miras, con criterio, sin sectarismos ni ideología, sin política de por medio, con sentido crítico, sin presiones ni condicionantes, sin hipotecas en definitiva. Que no estén atados a ningún tipo de interés.

En cuanto al Patronato de la Fundación de la Cátedra de Cultura Empresarial ¿es un ejemplo del compromiso de la patronal valenciana con la universidad?

La Cátedra de Cultura Empresarial es la única cátedra de las distintas que hay que está sostenida en parte por la iniciativa privada de empresas cien por cien valencianas. Eso no sé si es un síntoma o una excepción, lo que sé es que la veintena de empresas y empresarios valencianos que sostienen la Cátedra merecen nuestro apoyo y reconocimiento. Se produce un intercambio de beneficios entre ellos y la universidad que es muy enriquecedor. Esa transmisión de conocimiento es lo que hace única a nuestra institución.

¿Se va a potenciar el patronato?

Sin duda. Es nuestro deseo incorporar nuevos patronos que incrementen nuestros recursos, nos ofrezcan nuevas perspectivas y refuercen ese cordón umbilical entre la universidad y la economía real. Y nosotros vamos a trabajar por vincularlos a nuestra Cátedra, a que se sientan reconocidos y valorados.