Jesús Bonet Sanchez se hizo con las riendas del despacho que lleva su nombre (Bonet Abogados) y que fundó su padre en 1957. Acompañado de su hijo, Jesús Bonet Martinez, también abogado, transmitió a los alumnos de Qui pot ser empresari? que “cualquiera que se lo proponga puede ser empresario”, basándose en un sacrificio continuo, teniendo fe e ilusión y disfrutando en el camino.

“No temáis a los que aparecen en el recorrido -les dijo- porque serán muchos los riesgos que aparezcan en el camino”. Jesús Bonet reiteró a los alumnos que “el no poder” y “lo imposible” no existe y que “la peor decisión es no tomar ninguna” ya que “el miedo es no intentarlo, no es cometer errores”.

Bonet les habló de la importancia de mantener un equipo leal, honrado y formado “es esencial”, les dijo. Además de los conocimientos y las habilidades, la actitud de las personas “está por encima de todo”, añadió, indicando seguidamente que  en las empresas “no debe primar lo económico” sino que se gana dinero como consecuencia del buen trabajo realizado.

Bonet concluyó su sesión comentado el cambio experimentado del sector jurídico en nuestros días y la importancia de un buen asesoramiento para afrontar los diferentes problemas legales en la constitución de la empresa.

Jesús Bonet Abogados nace en 1957 de la mano de Jesús Bonet Alcón, movido por su gran pasión: el ejercicio de la abogacía. La inquietud por la justicia y la vocación de servicio de su fundador se convirtieron, desde sus inicios, en las señas de identidad del despacho, que cuenta con más de medio siglo de trayectoria marcada por dos claros principios: excelencia profesional y un perfil cercano con sus representados.

En la actualidad, Bonet abogados continúa su labor a través de una tercera generación de juristas que han hecho, tanto de los valores de la firma como de su consolidada trayectoria, una marca diferencial en el ejercicio de la abogacía.