Santiago Vallejo y Juan Baixauli comparten con nuestros alumnos sus experiencias profesionales
Los alumnos de Qui Pot Ser Empresari? continúan recibiendo la visita de reconocidos empresarios valencianos. En esta ocasión, disfrutaron de una interesante conferencia de Santiago Vallejo, CEO de Pinturas Isaval, que les explicó las distintas etapas, dificultades y logros que ha vivido al frente de la empresa.
Tras la sesión de Vallejo, tocó el turno de Juan Baixauli, presidente del Grupo Gheisa, que centró su intervención en las claves para el desarrollo y expansión de un negocio.
Hablamos con ambos para conocerlos un poco mejor.
- Un libro que le haya marcado
Santiago Vallejo: acabo de leer la biografía de Elon Musk, el fundador de Tesla.
Juan Baixauli: hay muchos libros que me gustan, pero hay un libro pequeño y fácil de leer que se llama La suerte y la buena suerte, de Álex Rovira, que me parece muy interesante porque describe cómo prepararte para que realmente tengas suerte.
- Empresario que admire y por qué
Santiago Vallejo: mi padre. Con absolutamente cero recursos y con una tremenda ilusión fue capaz de crear una empresa de la nada.
Juan Baixauli: hace poco me regalaron un libro de la vida de Elon Musk, el fundador de Tesla. Al leerlo, me pareció un tipo muy interesante por su fortaleza y capacidad de tenacidad para conseguir lo que quiere. Cómo crea ideas y cómo las transforma en hechos que ocurren.
- Tres cualidades que tiene que tener una persona que quiere ser empresario
Santiago Vallejo: perseverancia, ilusión y honradez.
Juan Baixauli: un empresario ha de tener mucha capacidad de liderazgo y de saber arrastrar; mucha tenacidad, nunca desalentarse ni bajar el ritmo y, por último, capacidad de integrar. Hoy en día no se puede trabajar solo, sino que hay que saber integrar personas y recursos en tu proyecto.
- Frase que le ayude o motive
Santiago Vallejo: “no temo a la competencia en general, temo a la competencia que madruga más que yo”.
Juan Baixauli: “siempre adelante”.
- Se hizo empresario para…
Santiago Vallejo: para continuar la labor que había iniciado mi padre, y así desarrollar a nivel personal un proyecto que me apasionaba.
Juan Baixauli: yo me di cuenta de que soy empresario mucho tiempo después de serlo. Hoy en día se fomenta mucho el ser empresario, pero yo nunca lo pretendí. Todo empezó como una diversión que se convirtió en mi vida profesional y empresarial.
- ¿Cuál es su mayor éxito empresarial?
Santiago Vallejo: haber sido capaz de hacer de aquella pequeña empresa de apenas veinticinco trabajadores, un grupo empresarial con más de trescientos trabajadores internacionalizado y con perspectiva de seguir creciendo.
Juan Baixauli: hay dos éxitos importantes. Nosotros creamos un modelo que actualmente es seguido por más del cincuenta por cien de las agencias de viaje españolas, pero además hemos conseguido internacionalizar la empresa.
- De no haber sido empresario, ¿a qué le hubiera gustado dedicarse?
Santiago Vallejo: mi ilusión era ser piloto de avión comercial.
Juan Baixauli: no tiene absolutamente nada que ver, pero me habría dedicado a la investigación. Trabajé tres años en la universidad y fue en ese periodo cuando empecé en el mundo de los viajes, que era lo que a mí me gustaba.
- Respecto a la creación de empresas, ¿cómo piensa que puede afectar la suerte al éxito de un negocio?
Santiago Vallejo: es un factor más de la ecuación, pero la suerte hay que buscarla. No aparece por sí sola.
Juan Baixauli: para tener suerte, tienes que encontrarte en el camino. La suerte no llega estando en casa o en el sofá, sino cuando estás en el camino y ocurren cosas que sabes interpretar y leer.
Y al final no se trata de la suerte, sino de la buena suerte, que te llega si estás en el lugar correcto y aprovechas las oportunidades.
- Tras su sesión de hoy, ¿con qué mensaje le gustaría que se quedasen los alumnos de Qui pot ser empresari?
Santiago Vallejo: con que cada día, a las seis de la mañana, hay que renovar la ilusión.
Juan Baixauli: dos ideas, diría yo. Primero, no quedarse jamás con la duda de qué hubiera pasado si lo hubieras intentado. Por otro lado, no dar por sentado que el camino será fácil, porque no lo va a ser. Se trata de asumir que intentarlo significará mucha fortaleza en el camino, pero no quedarse con las ganas de hacerlo.