Ramón Reche (Banco Sabadell) pone el acento en la necesaria solidez de la financiación de los proyectos

14/02/2017

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Ramón Reche,  Director Regional de Valencia Centro del Banco Sabadell, recién incorporado al programa Mentores para emprendedores universitarios de la Càtedra de Cultura Empresarial nos desgrana en esta entrevista los secretos de una buena financiación para proyectos emprendedores y la obligatoriedad de no perder de vista las necesidades del cliente.

¿Qué le lleva a sumarse al programa de Mentoring de la Càtedra de Cultura Empresarial?

Principalmente el hecho de detectar una demanda latente que no es otra que la necesidad de que los emprendedores conozcan la pata financiera de sus proyectos.

Cuando se decide invertir se piensa mucho en los diversos proveedores que hacen falta pero sin embargo no caen en la cuenta de las posibles necesidades financieras externas, en este caso la banca. Creo que hay mucho desconocimiento en este apartado precisamente en un momento en el que hay muchas fórmulas para cubrir las necesidades de un emprendedor que, precisamente, no son las más conocidas.

Por todos estos motivos, cuando Javier Garín nos propuso participar en el programa de mentoring aceptamos encantados. En el ADN del Sabadell está el poder contribuir a ayudar a los emprendedores, es una gran oportunidad que no podemos perdernos.

¿Entonces existen productos específicos para los emprendedores?

Si, disponemos del Programa BStartup,  la iniciativa de Banco Sabadell para apoyar a jóvenes empresas innovadoras y tecnológicas a desarrollar sus proyectos con las máximas garantías de éxito.

Como las operaciones de emprendedores no suelen tener detrás un apoyo económico solvente, en este tipo de casos hay que creer en los proyectos y en las personas. Por eso, en este programa los propios analistas que miden los riesgos no son los analistas tipo de la entidad, saben que tienen que valorar otras cuestiones.

A través de este instrumento destinamos 1.000.000 € para apoyar financieramente 10 proyectos al año. Además, y en la línea de esa atención diferenciada que precisan, también disponemos de oficinas específicas para ellos.

¿Qué piensa que puede aportar como mentor? ¿Qué le van a aportar a Ud. los alumnos?

Experiencia, sin duda. Hace 38 años que entré en esta entidad, cuando vine a Valencia éramos 3000 empelados en la Entidad con 140 oficinas y hoy somos 30.000 empleados con 2.800 oficinas. Además, empecé en el banco en la parte administrativa, para pasar muy pronto a la parte Comercial y no olvidando nunca que lo más importante en todas las empresas es “El Cliente”

Con tantos años he visto multitud de casos y situaciones que, aunque no lo parezca, se repiten siempre. Todo esto te da un bagaje que puede ser muy importante para los emprendedores ya que se llegar a prever a qué problemas van a tener que enfrentarse. Los problemas de poner en marcha un negocio no han cambiado tanto con el paso de los años.

Personalmente les quiero hacer llegar la importancia de que ahora es clave “El Cliente”, cuando hasta hace unos años era el producto. En este momento hay que escucharles y saber qué te van a demandar y que necesidades pueden llegar a tener.

Por parte de ellos sé que voy a aprender mucho sobre el nuevo escenario en el que se mueven los negocios, que no es otro que el de las nuevas tecnologías. Mi generación, lógicamente, no tiene un conocimiento profundo de ese campo y sabemos que el espacio en el que se desarrollan los negocios también es un condicionante. Por eso, aprender sobre ese campo de la mano de quienes lo están pisando, será una gran lección para mí.

¿Es la primera vez que participa en un programa de Mentoring?

En un entorno académico sí. En el banco he llevado a cabo esta tarea durante muchos años a nivel interno, ya que con las sucesivas incorporaciones de plantillas de otros bancos era necesario unificar culturas de empresa. Y también porque no siempre se incorporaba personal con suficiente experiencia en banca y sobretodo en empresas.

Además, como mentor que viene del mundo de la banca, me he propuesto que el emprendedor retome la confianza en los bancos, algo que se ha perdido mucho fruto de la crisis que hemos pasado. El emprendedor es muy reacio a desvelar sus proyectos y en numerosas ocasiones, para no tener que hacerlo, busca la información que necesita en Internet y claro, ahí no está todo. Mi intención es poder aportar mi granito de arena para que vuelvan a confiarnos sus proyectos.

Lo cierto es que formar parte de la Càtedra y del programa de mentoring cubre también una inquietud personal que tengo por la formación, siempre me ha gustado, y de una manera u otra he tratado de no abandonarla.

¿Cree que vivimos un boom del emprendimiento? ¿Todo el mundo está preparado para invertir?

Creo que lo que ha ocurrido es que muchos empleados de empresas que han visto como los negocios funcionaban y que tenían algún problema en su entorno laboral se han lanzado a emprender, al ver sólo la cara amable de esta cuestión. Ya metidos en el proceso, es cuando han descubierto lo difícil que es.

Por este motivo, todo aquel que se anime a emprender debe tener iniciativa, espíritu de sacrificio y no tener grandes aspiraciones gananciales en poco tiempo. Sacar un negocio adelante es una carrera de fondo, hay que trabajar para perseguir el sueño.

Por otro lado, creo que la actual configuración del sistema de trabajo, en el que muchos jóvenes trabajan en remoto, no ayuda nada a descubrir el talento oculto. Antes veías a esas personas con espíritu emprendedor y de aportación de valor a los negocios, era más fácil detectarlas, hoy es más complejo. Programas como éste nos ayudan a descubrirlo.

¿Quiere aprovechar para trasladar a los alumnos algún mensaje concreto?

Si, ya lo dije en mi intervención con todo el grupo en la jornada de presentaciones mentores/mentorizados, pero quiero insistir. Tienen mi email a su disposición para escribirme antes de la primera sesión -en abril- y contarme sus inquietudes. Así podré ajustar mi intervención a sus necesidades.