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Alejandro Creus: “Es más fácil fracasar que triunfar, pero no pasa nada”

5/07/2017

Alejandro Creus

Alejandro Creus es antiguo alumno de Qui pot ser empresari? y del programa Mentores para Emprendedores Universitarios. Además es el vicepresidente de Alumni,  la asociación que reúne a los ex alumnos de la Càtedra de Cultura Empresarial. Hoy charlamos con el director de Realzia Inmoinversiones sobre su paso por estos programas, su presente y su futuro profesional.

Tras tu paso por Qui pot ser empresari hace ya algunos años, decidiste seguir el programa de Mentoring ¿Qué proyecto presentaste para ser mentorizado? ¿En qué punto se encuentra ese proyecto?

En el momento en que cursé Mentoring ya tenía varios proyectos en marcha, entre ellos mi negocio principal, la consultora inmbobiliaria Realzia, especializada en terciario-comercial, y una pequeña empresa dedicada a eventos pop-up, fundamentalmente de moda, accesorios y artesanía, en el centro de Valencia y en festivales de música. Al programa de Mentoring me presenté con un proyecto de policlínicas-sanitarias que finalmente decidí no desarrollar por incompatibilidad con los negocios que ya estaban funcionando y porque esos mismos negocios me permitieron entrar en nuevos proyectos con los que tenía importantes sinergias, como fueron introducirme con dos socios más en una empresa dedicada a apartamentos turísticos que creció muy rápido y que fue absorbida a los dos años de vida por otra empresa mayor, y una galería comercial en El Carmen que derivó de los pop-up markets.

Al mismo tiempo, desde Realzia vimos la oportunidad de ampliar nuestro negocio inmobiliario introduciéndonos en el mercado de suelos y edificios, siendo que a día de hoy somos uno de los actores más especializados en este campo de Valencia. De la empresa de apartamentos salí vendiendo mis participaciones, mientras que la empresa de pop-ups y la Galería de El Carmen quedaron en manos de mi socio, que continúa explotándolos con éxito.

A día de hoy me encuentro centrado al 100% en los diferentes mercados que trabajamos desde Realzia, nuestro tradicional mercado de locales y oficinas (terciario-comercial), el mercado de edificios a rehabilitar y suelos a desarrollar principalmente en Valencia y la Costa Blanca, y como derivado de éste, nos hemos especializado en ofrecer activos para el desarrollo de proyectos hoteleros urbanos en las principales capitales españolas.

Además, mi paso por el mundo de los apartamentos turísticos nos permite ofrecer activos a empresas de este sector y tenemos la intención de introducirnos próximamente en el mercado residencial de medio-alto standing en Valencia capital.

¿Cómo diste el paso de tener una idea a querer hacer de esa idea una empresa? Es decir ¿qué te movió a poner en marcha tu negocio?

La verdad, no lo sé. Siempre he tenido la necesidad de poner en marcha aquello que pasa por mi cabeza, de crear, y de hacer cosas y que esas cosas funcionen… Para mi desgracia no tengo tiempo suficiente para empezar todo aquello que me gustaría y he tenido que aprender a decir “no” a la gran mayoría de ideas que me rondan y que surgen en un viaje de ocio o de trabajo, leyendo un libro o un periódico, hablando con familiares, amigos e incluso desconocidos, vamos en cualquier momento y en cualquier lugar.

¿Qué es lo que más necesitabas antes de comenzar a cursarlo? Durante el curso ¿descubriste algo que necesitabas pero que no sabías?

Tiempo, el tiempo es siempre el recurso más escaso y el más difícil de obtener. Durante el curso, una de las cosas de las que me di cuenta es que compartir tus experiencias con otras personas, en este caso mentores y mentorizados, no sólo es enriquecedor, si no que te permite ver las cosas desde otros primas que tu solo no habrías acertado a descubrir.

¿Qué te habría gustado saber cuándo empezaste? ¿Con qué dificultades te encontraste?

Cuando empiezas un proyecto nuevo, todo son dificultades, pero eso es parte del atractivo en sí  mismo de sacarlo adelante, el poder ir superando todas y cada una de las barreras que te vas encontrando y que, en su mayoría, no fuiste capaz siquiera de prever.

Aún así, lo que me hubiera gustado saber la primera vez que emprendí es que casi con total seguridad te vas a equivocar y que es más fácil fracasar que triunfar, pero que no pasa nada. Que el fracaso es parte del aprendizaje y que hay que ser capaz de reconducir los proyectos o, incluso, terminarlos para comenzar uno nuevo. Saber eso me habría evitado algunos disgustos al inicio de mis andadas.

¿Cómo te ves dentro de unos años?

Pues me veo bien, con Realzia totalmente consolidada como uno de los referentes inmobiliarios de Valencia, compartiendo experiencias como Patrono de la Cátedra de Cultura Empresarial, y con nuevos proyectos que desarrollar. Será por proyectos…

¿Qué ha supuesto para ti el paso por los programas de la CCE?

Un balón de oxígeno continuado que te abre la mente con las experiencias que empresarios y directivos de primer nivel, de la Champions, comparten sin tapujos con los alumnos y mentorizados. Pero no solamente el paso por Qui Pot Ser Empresari? o por el programa de mentoring, sino cualquier charla, conferencia o reunión suponen un chute anímico que te permite afrontar tu día a día profesional con un enfoque diferente, con más positividad y energía.

En tu compromiso con la CCE diste un paso más y fuiste uno de los impulsores de Alumni ¿qué te llevó a ello? ¿Qué aporta Alumni a los antiguos alumnos?

Para ser sinceros, tanto a Lorena como a mí se nos propuso si queríamos formar parte del proyecto Alumni. Ambos dos, que por aquel entonces ni nos conocíamos, teníamos vinculación con la Cátedra y ADEIT y pensamos que era una estupenda idea para mantener el contacto entre nosotros y con los patronos. Y esa es la principal aportación de Alumni a sus miembros, el poder mantener el contacto con unos y con otros, manteniendo la unión con personas con las que compartes unas mismas inquietudes y de las que puedes enriquecerte mutuamente.