Los alumnos del programa Mentores para Emprendedores Universitarios de la Càtedra de Cultura Empresarial de la Universitat de València han conocido de primera mano la labor que lleva a cabo uno de sus mentores, el Banco Sabadell, a través de la persona de Ramón Reche, el Director Regional Valencia Centro de la entidad.

Javier Garín, coordinador del programa, no dejo pasar la oportunidad para destacar la importancia de contar con Ramón Reche en el equipo de mentores ya que “la parte de la financiación de start ups es definitiva para cualquier proyecto de emprendimiento” señaló “y el Banco Sabadell tiene un programa especial para atender las necesidades de los emprendedores”.

Se trata del Programa BStartup, como explicó el propio Ramón Reche, una  iniciativa de Banco Sabadell para apoyar a jóvenes empresas innovadoras y tecnológicas a desarrollar sus proyectos con las máximas garantías de éxito, que cuenta con oficinas específicas.

“Como las operaciones de emprendedores no suelen tener detrás un apoyo económico solvente, en este tipo de casos hay que creer en los proyectos y en las personas. Por eso, en este programa los propios analistas que miden los riesgos no son los analistas tipo de la entidad, saben que tienen que valorar otras cuestiones” explicó. A través de este instrumento el banco destina 1.000.000 € para apoyar financieramente 10 proyectos al año.

El programa Mentores para Emprendedores Universitarios plantea sesiones de trabajo donde el mentor invierte su tiempo, comparte sus conocimientos y dedica su esfuerzo para que el emprendedor desarrolle todo su potencial como profesional. En cada una de las sesiones participa un mentor junto con un grupo de mentorizados que plantea sus dudas acerca del área o tema asignado a ese mentor.

La sesión con Ramón Reche tuvo lugar en un marco incomparable, el Palacio del Marqués de Penalba, sede del banco en la ciudad de Valencia, un espacio donde finanzas e historia se dan la mano. Este inmueble ha experimentado una completa remodelación durante los últimos años. Construido alrededor de 1760, ha tenido diversos usos a lo largo del tiempo. Primero fue un palacete, a mediados del siglo XX fue ocupado por el Colegio de Arquitectos,  en 1975 fue adquirido por Banco Urquijo para ya en 2006 pasar a manos de Banco Sabadell.