GOBERNATIA: emprender para formar a los líderes políticos

21/03/2016

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¿Qué hace un politólogo en un programa de formación de emprendedores? ¿Cómo se convierte la consultoría de comunicación política en proyecto empresarial? ¿Qué diferencias hay entre el liderazgo político y el empresarial? A todas estas preguntas ha respondido con entusiasmo José Luís Sahuquillo, socio director de GOBERNATIA y mentorizado en el Programa de Mentores de la Càtedra. GOBERNATIA es la primera Escuela de Liderazgo y Alto Gobierno que forma a cargos electos y futuros candidatos electorales. En GOBERNATIA enseñan a los partidos políticos, a sus miembros y, especialmente, a candidatos y cargos electos, a hacer política desde la ética y a través la aplicación práctica. Enseñan a hacer política en un escenario sometido a la polémica casi diaria. A pesar de ese panorama, José Luis Sahuquillo, es optimista.

Explícanos qué es GOBERNATIA.

GOBERNATIA es la primera y única escuela de capacitación pública de España. Somos una escuela de liderazgo y alto gobierno y nuestra misión es llegar allá donde no llegan las universidades públicas y privadas en materia de formación de cargos electos y futuros candidatos electorales. Y diversificamos esa formación en un abanico amplio de materias fundamentales, que van desde la Ciencia Política, a la Comunicación Institucional, pasando por el Marketing Político, el Liderazgo, el Coaching Político o el Gobierno Abierto. Y GOBERNATIA tiene nombre en femenino porque, para nosotros, las empresas y los partidos mejor gestionados son aquellos con un liderazgo femenino importante.

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¿Cuáles son los referentes de GOBERNATIA?

Nos miramos mucho en el modelo anglosajón y en las escuelas de negocio en las que se huye del típico manual de uso para los alumnos. Nosotros nos basamos en el pragmatismo de los casos de éxito, de profesores, consultores o políticos que hayan tenido experiencias importantes, relevantes, en su trayectoria. Y enseñamos al hacer. No contamos las cosas sino que enseñamos a hacerlas. En este mundo de la consultoría y la formación, hay muchas personas que te lo cuentan, pero no te enseñan a hacerlo. Nosotros queremos empoderar al alumno para que, contándole la experiencia y los casos de éxito, sea capaz de hacerlo.

¿Quién está detrás de GOBERNATIA?

Somos cuatro socios con cuatro perfiles muy diferentes: un sociólogo, una coach experta en psicología de los partidos políticos, un periodista y yo, que soy politólogo  y que dirijo la operatividad de GOBERNATIA. Somos una comunidad colegiada de cuatro personas que empujamos esta empresa que nació hace 17 meses y en la que ya hemos obtenido beneficios contables.  Pero no sólo eso, porque sobre todo, socialmente, hemos ayudado a muchos partidos políticos.

¿En qué punto de consolidación como empresa se encuentra GOBERNATIA?

Pues estoy encantado de contaros, casi como primicia, que, aunque nacimos con una vocación nacional, regional y local, nos estamos posicionando de una manera muy potente en Latinoamárica. Nos demandan mucho en universidades públicas y privadas, partidos políticos, think tanks… Es impresionante. En junio vendrán 54 doctores de la Universidad César Vallejo de Lima. Vendrán a aprender de la gestión pública española. Hemos hecho de lobby para alcaldes muy importantes de Sudamérica, a los que les hemos presentado a multitud de cargos y autoridades españolas y estamos trabajando en planes formativos con universidades punteras, sobre todo de Perú, Colombia, República Dominicana y Costa Rica.

¿A qué crees que se debe este éxito en Latinoamérica? ¿Habéis encontrado allí más sensibilidad que aquí?

No es que hayamos encontrado más sensibilidad allí, es que aquí no la tenemos. Allí sí que hay una promoción de la capacitación pública de los candidatos y es muy elevada. Otra cosa que destacaría, además de esa sensibilidad, de este interés, es que allí las ideologías son más difusas que aquí. Nosotros siempre intentamos hacer ver a los políticos de aquí que deben tener amplitud de miras, que hay postulados, ideas y valores que pueden introducirlos como propios. Por ejemplo, el feminismo no tiene por qué ser de izquierdas, puede ser perfectamente de derechas. La transparencia no tiene que ser patrimonio exclusivo de la izquierda. Intentamos impregnar de valores éticos universales la acción de los candidatos, para que todos los partidos crean en ellos.

¿Por qué decidisteis participar en el Programa de Mentores de la Càtedra?

Conozco ADEIT y la Càtedra de Cultura Empresarial desde hace años. Para mí, todo lo que viene con la marca Càtedra me genera confianza inmediatamente y cuando vi los profesores que nos iban a dar clase, decidir entrar. El hecho de que un curso con estos profesores sea gratis, es una apuesta de RSC tremenda. Nos está sirviendo para darnos cuenta de muchísimos errores. Nos viene muy bien comparar nuestra experiencia con la de los empresarios consolidados, es un gustazo escucharlos y ver cómo todos estamos destinados a cometer los mismos errores. Ellos tienen capacidad  de identificar las cosas que nos pasan y ayudarnos a anticiparnos y a buscar una solución.

El liderazgo es uno de los valores que se asocia a la política, pero también a la empresa. ¿Qué diferencias destacarías entre el liderazgo de un político y el de un empresario?

Hay patrones comunes básicos para el líder en los dos campos: la capacidad de aprendizaje continuo, el trabajo en equipo, la persuasión… Ojo,  liderar no es mandar, liderar es persuadir. La única diferencia es que el líder político o público debe tener una perspectiva ética y de servicio público imperante en todas sus acciones de gobierno. En el liderazgo empresarial, la similitud estaría en las políticas de RSC o RSE, pero claro, el gobierno empresarial no tiene por qué aplicar esa idea de servicio público que debe impregnar la acción de un líder político. Los patrones comunes son básicos para que un líder se consolide en la política o en la empresa, porque no hay que olvidar que el liderazgo se asienta por otros, nunca por ti, siempre viene validado por la sociedad, por los clientes, los seguidores o los empleados.

¿Y qué otros valores deberían ser comunes para empresarios y para políticos?

Uno de los valores que en la empresa no se está aplicando todavía y que sí se aplica en la Administración pública es la transparencia. A las empresas les hace falta transparencia porque la transparencia da confianza. Y que el cliente, los seguidores, los futuros clientes confíen en nosotros, legitima nuestra acción empresarial o pública. Por lo tanto este valor, no sólo a nivel empresarial, sino a nivel personal del empresario como cabeza visible de la empresa, me parece importante. También las políticas de igualdad, la RSC, las acciones de defensa del medio ambiente, movilidad sostenible, ONG… La empresa debe insertarse en la sociedad de forma inclusiva. Debemos avanzar e involucrar a las pymes para que destinen un porcentaje de sus beneficios a acciones de RSC, solidarias, comprometidas. Aunque sea un porcentaje pequeño.

¿En este camino del emprendimiento, cuáles serían las luces y las sombras?

Lo mejor es tener la oportunidad de trabajar en lo que te gusta. Es fundamental tener esas ganas de trabajar, ilusión, tiempo y recursos. Lo peor, la soledad: yo tengo un equipo de cinco personas, pero ante las adversidades se siente soledad. Hay pocas administraciones públicas que te ayuden. Al revés, parece que se pongan en contra con obstáculos de toda clase. Esa soledad a la hora de afrontar los problemas fiscales, económicos o de personal, esos momentos en los que nadie te ayuda son duros. Por eso la ayuda del Programa de Mentores de la Càtedra está siendo tan importante. Porque en esa soledad, nadie te cuenta la realidad de la empresa. Que todo no es tan bonito como lo pintan y que no todo nace en un garaje como el de Steve Jobs. Hay muchas leyendas sobre el emprendimiento. Yo creo que hay que nacer con una sede, invertir en marca, si puedes, y sobre todo en conocimiento.

¿Cuál es el futuro de GOBERNATIA a medio plazo?

Veo una consolidación del proyecto muy buena. Hemos nacido con un espíritu colaborativo y sin ánimo de lucro, porque no tenemos un ánimo de lucro fuerte. Nos apasiona lo que hacemos y nos vemos como una escuela potente a nivel iberoamericano. Solvente, con un elenco de programas formativos muy completo y consolidado, con muchos alumnos sobre todo de Latinoamérica. En el medio plazo, antes de cinco años, queremos ser una escuela de referencia en Iberoamérica. Si ahora nos consideran como una escuela referente nacional en formación política, en cinco años veo a GOBERNATIA con unos recursos humanos muy amplios, un equipo de colaboradores muy potente, con convenios con universidades públicas y privadas iberoamericanas. Pero también veo problemas propios de la marcha de una empresa, algún obstáculo económico, diferencias entre los socios y otras cuestiones previsibles que nos acompañarán, sin duda, en este camino.

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